Según Morin (2004), el principio de toda ciencia clásica es establecer las leyes que rigen el comportamiento y las relaciones de los elementos fundamentales de la existencia y la vida;
partiendo desde lo complejo a lo simple, utilizando prácticas de fragmentar, desunir y reducir las materias, elementos, fenómenos, en fragmentos o elementos más pequeños, intentado ver la complejidad de la realidad, a partir de la apariencia de fenómenos más simples y visibles.
