Según Kaplún, Mario (1998), la educación ha transformado a las personas acríticas en críticas; lo cual a permitido que cambie de ser un ente pasivo a activo; conformista a optimista y generador de nuevas ideas; logrando de esta manera asumir nuevos retos y nuevas tendencias grupales, con valores éticos, profesionales, solidarios y comunitarios con la sociedad.
