La prevención del abuso sexual.

La prevención del abuso sexual.

El abuso sexual ocurre a niños, niñas, adolescentes y personas adultas, en su gran mayoría, mujeres.
Generalmente la violencia sexual acontece en el interior de las familias.
La prevención constituye un factor clave para evitar que este suceda y consiste en: enseñar a los niños a decir no, respetar su cuerpo y cuidarlo, a contar las cosas que les ocurren a los adultos que los protegen y tienen confianza.
Es responsabilidad de los padres de familia educar a sus hijos para que no se conviertan en agresores sexuales.
Es un deber de los padres, madres, profesores, conocer las herramientas necesarias para detectar los síntomas o los indicios de abuso sexual en los menores, así como también protegerlos.

El impacto del abuso sexual en los niños y adolescentes

El impacto del abuso sexual en los niños y adolescentes

Los efectos por agresiones sexuales a menores, dependerá en gran medida de varios factores que darían cuenta del desarrollo sintomatológico producto de un abuso. De igual forma, habrán factores que eviten consecuencias psicológicas mayores.
Echeburúa considera que: “El mayor o menor impacto emocional va a estar, a su vez agravado o aliviado por una serie de factores mediadores que van a ser responsables, en buena medida, de las diferencias individuales que se observan en las distintas víctimas en relación con las secuelas del suceso”.

Los sujetos en el ordenamiento canónico

Los sujetos en el ordenamiento canónico

El Grupo italiano de Docentes de Derecho Canónico (2005) indica que por la expresión “sujetos del ordenamiento canónico” se quiere designar a todos quienes son titulares de derechos, de deberes y tienen la capacidad de hacer algo o de recibir algo. El conjunto de estos elementos determinan la condición jurídica del sujeto, que actúa en el ordenamiento canónico mediante el acto jurídico.

Buenas prácticas en prevención

Buenas prácticas en prevención

Juan Pablo II (1983) al promulgar el nuevo Código de Derecho Canónico manifestaba que “la finalidad del Código no es en modo alguno sustituir en la vida de la Iglesia y de los fieles la fe, la gracia, los carismas y sobre todo la caridad. Por el contrario, el Código mira más bien a crear en la sociedad eclesial un orden tal que, asignando la parte principal al amor, a la gracia y a los carismas, haga a la vez más fácil el crecimiento ordenado de los mismos en la vida tanto de la sociedad eclesial como también de cada una de las personas que pertenecen a ella”.

Ética del cuidado y prevención del abuso sexual.

Ética del cuidado y prevención del abuso sexual.

En este contexto, la ética del cuidado busca recuperar el sentido original de la “otredad” como expresión de la diversidad y no de la desigualdad.
Desde este punto de vista, se propone resignificar el concepto de “otro”, ya no evidenciando lo que nos diferencia, sino lo que nos hace semejantes.
De este modo, el otro deja de serlo y se convierte en un “nosotros”.
Y es muy difícil violentar, destruir o disminuir a los nuestros, a los que pertenecemos.